Siete de los nueve siniestros mortales se produjeron en vías convencionales de calzada única, uno en autopista y otro en autovía. De los nueve accidentes, cinco se debieron a salidas de la carretera, tres a colisiones y uno al atropello de un peatón. Los vehículos en los que viajaban los fallecidos tenían entre 10 y 34 años de antigüedad.

En el acumulado anual, hasta el 12 de julio la DGT lleva contabilizados 535 fallecidos en accidentes de tráfico en las carreteras españolas.