“Es un logo que ofrece una imagen más dura del PP: da una imagen menos dinámica con la desaparición de las letras en cursiva, y el círculo da un connotación negativa de prohibición”, señaló a Servimedia Juan Aguilar, presidente de la Red Española de Asociaciones de Diseño (READ).

Aguilar considera además “muy desacertado” que la dirección del PP haya "presumido" en la presentación del logo de que lo han fabricado en casa y a “coste cero”: “Es muy desafortunado que un partido de gobierno desacredite así a un sector que aporta mucho al PIB de este país”.

A su juicio, todas las grandes instituciones y empresas buscan asesoramiento y encargan auditorías a profesionales cuando afrontan una renovación. “No es de recibo que el PP presuma de que no tiene que recurrir a nadie de fuera de Génova para hacerlo”, afirma el responsable de READ.

Para la diseñadora gallega Uqui Permui, se nota en el logo que el PP no ha contado con verdaderos expertos: “Mi impresión al verlo es que no es un logo que esté realmente cuidado. Parece que lo han consensuado profesionales de la política, pero no hay profesionales del diseño detrás”. “Si quieres diferenciar tu marca, no puedes presentarte con un logo que utiliza recursos ya vistos de Obama o de Podemos”, opina Permui.

Para el profesor David Pérez Medina, vocal de la asociación Diseño Madrid, el cambio de logo “no ha sido para mejor”. “Es bastante neutro, continuista y han perdido la oportunidad para transmitir a los ciudadanos la nueva imagen de un partido que acaba de renovar su cúpula”.

“Dicen que son más gaviota que nunca, pero ésta es menos evidente, y las dos pes dentro del círculo quedan descentradas”, advierte este experto, que cree que el PP se ha evidenciado “temeroso” en el lanzamiento de un nuevo logo. “No podemos hablar de un nuevo diseño o rediseño, sino de un pequeño restiling continuista”, afirma Pérez Medina.