En los pasillos del Congreso de los Diputados, explicó que hacía referencia a una información publicada por medios de comunicación cuando dijo que los depósitos en domicilios particulares había disparado la delincuencia organizada en Grecia.

"Yo no puedo matar al mensajero", respondió a la pregunta de si se reafirma en esas declaraciones. Eran los periódicos, insistió, los que alertaban de esa realidad "a la que no queremos que se llegue" y que es "fruto de una mala política" de los gobernantes griegos.

Sin embargo, aseguró que a los dirigentes del PP "no nos van a encontrar en la estridencia" ni en el intento de hacer responsables de la situación a los ciudadanos, cuando son los actuales gobernantes.

El discurso del miedo, añadió, lo hacen quienes buscan "retorcer y manipular" sus palabras porque no tienen otros argumentos.

La realidad, insistió, es que España ha prestado 26.000 millones a Grecia, que estarán "muy bien empleados si sirven para que sus ciudadanos puedan salir del atolladero", pero no pueden pedir más "sin acometer reformas".

Casado insistió en que no tiene ninguna intención de "alarmar" y pidió que no se desvíe la atención sobre la realidad de Grecia, que vive no solo una crisis económica sino también social y cuyos ciudadanos no pueden disponer de su dinero porque están sufriendo "el pulso" que su Gobierno está echando a los demás miembros de la Unión Europea.

Los demás países, añadió, "gemos sido muy generosos y muy solidarios" y ahora es Grecia quien debe responder con un plan de reformas "creíble". "Está muy bien lanzar órdagos", concluyó, "pero lo importante es velar por tus ciudadanos".