De este modo, el sustituto de José Ignacio Wert responde a la petición de varias autonomías de convocar una reunión de la Conferencia Sectorial a fin de analizar la implantación de la Lomce, contra la que ya se han manifestado 12 regiones.

En su primera comparecencia parlamentaria, Méndez de Vigo declaró que “las leyes hay que cumplirlas y los calendarios hay que cumplirlos, pero dentro de esto hay margen de maniobra y eso es lo que voy a indagar”.

Resaltó que el calendario de aplicación de la Lomce forma parte de la propia ley, y que está fue aprobada por las Cortes y ya entró en vigor. Ahora bien, añadió que “dentro del respeto a la normativa en vigor", pretende encontrar el necesario consenso para aprobar un sistema educativo estable y de calidad.

Méndez de Vigo contestaba así a la senadora de la Entesa María Jesús Sequera, quien le interrogó sobre la petición de varias autonomías a de paralizar dicha norma.

Sequera aludió a la falta de tiempo para desarrollar los nuevos currículos y a las dificultades organizativas a las que se enfrentan los centros educativos.

El ministro se mostró consciente de que su tarea “no es fácil”, ya que apuntó que algunas autonomías “se oponen a la implantación por diferentes razones, mientras que otras ya la han puesto en marcha, y no se pueden crear desigualdades”.

L"o que no se puede hacer es, como hizo la consejera de Aragón, anunciar que no se aplicará la Lomce antes de sentarse a dialogar”, añadió. En este sentido, señaló que bajo el amparo de la ley escuchará las distintas propuestas y después tomará decisiones.

Además de Sequera, los senadores Salvador Sedó (CIU) y los socialistas Andrés Gil, Félix Montes y Emilio Álvarez Villazán, le dieron la bienvenida y valoraron su actitud “dialogante y respetuoso”.

A pesar de ello, Sedó le preguntó si “además de en la forma, habrá cambios en el fondo”, y si el nuevo ministro piensa acabar con “el ataque a la inmersión lingüística en Cataluña”, recuperar las becas, rebajar el IVA cultural y sumprimir la Lomce.

NO TOCARÁ LAS TASAS

Gil le preguntó a su vez si piensa reducir las tasas de matrícula universitaria, que desde su encarecimiento en 2012, junto a la reducción de las becas, han supuesto la expulsión de 63.000 alumnos de la universidad. “Niego la mayor”, dijo el ministro, quien rechazó que algún estudiante haya sido expulsado a causa de las tasas de matrícula.

“Los precios de la matrícula no expulsan a nadie del sistema universitario”, pues aquellos estudiantes que “cumplen los requisitos para acceder a una beca están exentos” de pago.

Méndez de vigo insistió en que las tasas de matrícula en España están por debajo de la media de la UE, y recalcó que la inversión en becas en 2015 alcanzó “una cifra récord, con 1.413 millones de euros”.

Con todo, el nuevo ministro recordó que ya se ha reunido con el presidente de la conferencia de rectores de las Universidades Españolas (CRUE), y también en este ámbito se mostró dispuesto a dialogar y a alcanzar un acuerdo.