Moreno ha hecho estas consideraciones en un encuentro informativo celebrado en Servimedia, coincidiendo con la aprobación en Andalucía del anteproyecto de la Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, que habla de prohibir el copago en sanidad.

La futura norma tiene previsto afectar a las prestaciones incluidas en la cartera complementaria andaluza, puesto que la básica está determinada por el Estado, aunque señala que si el Ejecutivo central fija un precio para los servicios incluidos actualmente, la ley facultará a la Junta de Andalucía a “arbitrar las medidas necesarias orientadas a minimizar el impacto en la ciudadanía”.

A este respecto, el representante del Ministerio de Sanidad se preguntó a qué tipo de copago se refiere la norma andaluza, ya que, insistió, si es al hospitalario, “no existe” y, por tanto, la ley “no hace falta por definición”.

Si está pensada para el copago farmacéutico, ha proseguido, hay dos vertientes sobre las que hablar: la de la aportación en las farmacias hospitalarias, “que no está ejecutando nadie” y sobre la que las CCAA no tienen capacidad de modificación, y la del copago en las farmacias de la calle, de cuya reforma se extrañó que se preocupe Andalucía.

En cualquier caso, ha añadido el secretario general de Sanidad y Consumo, la modificación del copago farmacéutico hospitalario ya la ha asumido el Gobierno central mediante una enmienda.

Sea como fuere, el representante del departamento que dirige Alfonso Alonso se ha mostrado sorprendido por que Andalucía impulse esta ley, con la que, ha dicho, no va a engañar a nadie, cuando se trata de una comunidad que “está a la cola de todo el país” en aportación de dinero para Sanidad, “y ha bajado en los últimos cuatro años como un 10%”.