Así lo indicó el ministro en un desayuno informativo en Sao Paulo (Brasil), en el que explicó que el BCE puede actuar creando eurobonos y comprando deuda pública de los Estados miembros, con el propósito de “bajar los tipos de interés”.

En ese sentido, Margallo aconsejó “distinguir muy bien” entre el debate económico y el político. En el primero de los casos, explicó que lo que se discute ahora es “la revisión de lo que se ha dado en llamar el segundo programa. Del resultado de esa negociación depende que lleguen a Grecia más de 7.000 millones de euros. Para que reciba ese dinero, que lo necesita como el maná, es necesario que las negociaciones culminen”.

Del mismo modo, confirmó que quedan “tres obstáculos por resolver”: pensiones, mercado de trabajo y superávit primario.

Por último, Margallo lamentó que después del triunfo de Syriza, “lo que era un débil crecimiento económico se ha dado la vuelta; lo que era un saldo primario positivo se ha dado la vuelta”.