De igual modo, Manos Limpias dirige su denuncia contra la delegada del Gobierno en Cataluña "por omisión imprudente al no evitar los hechos delictivos", en relación a la pitada al himno minutos antes del partido disputado entre el Athletic de Bilbao y el Barcelona en el estadio del Barça.

En la denuncia, Manos Limpias asegura que se ha producido un delito contra el ejercicio de derechos fundamentales y libertades públicas y un segundo delito de ultrajes a España con una serie de agravantes.

Señala motivos de discriminación, alevosía -al emplear medios sin el riesgo que para su persona pudiera proceder de la defensa por parte del ofendido-, abuso de superioridad -por aprovechar las circunstancias del lugar facilitando la impunidad- y reincidencia.

Además, Manos Limpias acusa a las autoridades deportivas y a la Delegación del Gobierno de conocer con "bastante anterioridad" al evento que iba a producirse ese "ataque a las instituciones", que sabían de la entrega gratuita de miles de pitos a las aficiones de ambos clubes y que "no tomaron las medidas adecuadas para evitarlo".

"Se ha producido no sólo una humillación, una vejación, un odio a las instituciones, sino también al conjunto de la sociedad española, por lo que a millones de españoles con una gran publicidad se nos ha humillado y vejado", indica el texto difundido por los denunciantes.

Y añade que "evidentemente la libertad de expresión y manifestación tiene unos límites", ya que en estos hechos "es patente y manifiesto la intencionalidad y el dolo para ofender a las instituciones y la sociedad española".

El juez de instrucción número uno la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ya rechazó hace seis años investigar una querella similar interpuesta por la Fundación DENAES contra Esait y Catalunya Acció por las pitadas que recibieron el Rey y el himno nacional durante la celebración de la final de la Copa del Rey en mayo de 2009. La Fiscalía también mostró su oposición a que se abriera una causa penal por este asunto.