En declaraciones a Servimedia, la portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, expresó su satisfacción por una medida que "puede parecer, 'a priori', coercitiva o coactiva. Pero cuando una situación se encona durante años y los usuarios son chantajedos y ninguneados, prevaleciendo siempre el derecho de un grupo reducido de trabajadores, es el momento de tomar medidas duras" como las adoptadas por el Gobierno, valoró.

Con todo, dejó claro que "este paso tiene que ser el principio dentro de un plan global para solventar la crisis que está afectando a las economías domésticas, reduciendo mucho gasto público".

A su juicio, lo importante es que el Ejecutivo "no se quede en lo anecdótico", sino "que siga en esta senda para remontar" la situación económica.