El próximo 21 de mayo ambas asociaciones pretenden entregar al ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, las firmas recogidas para que retire este gravamen del 20% a los premios superiores a 2.500 euros.

"Montoro justificó la imposición aduciendo que iba a ser temporal y creada para hacer frente a la crisis económica. La realidad es que está ahogando las ventas, restando competitividad frente al juego privado, poniendo en peligro puestos de trabajo directo e indirecto y, en contra de las estimaciones iniciales del Ministerio de Hacienda y sus técnicos, detrayendo ingresos a las arcas públicas", sostienen los loteros en una nota.

En su opinión, "los resultados, dos años después de la entrada en vigor del referido gravamen, han echado por tierra las estimaciones realizadas por los técnicos de Hacienda. En este tiempo el sector ha perdido alrededor de un 20% de mercado, esto es, 1.850 millones de euros en ventas, lo que representa, a su vez, algo más de 600 millones de euros menos para Hacienda. Sólo en lo que va de año, este segmento de la economía española ha sufrido un decrecimiento del -0,62".

Manuel Izquierdo, presidente de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal), argumentó que “en 2013 descendimos tres veces más que el resto del juego presencial, cuando la tendencia antes del gravamen era que nuestros resultados fueran tres veces mejores que los del presencial privado; en 2014 descendimos un 1% más, y seguimos bajando en lo que llevamos de 2015 (-0,62%)”.

Los loteros agregan que si el Gobierno augura un crecimiento del 2,5% para la economía en general y del 2,4% para el comercio minorista, debería suprimirse el impuesto.

Los presidentes de Anapal y Fenamix dicen que sus estudios demuestran que el impuesto sobre los premios "no ha servido para subir la recaudación; al contrario, es la causa de la caída en barrena de las ventas”.