La llamada de despedida al secretario general del Grupo Socialista en el Senado, Óscar López, se produjo después de las informaciones sobre la retirada de la política activa del exmandatario andaluz, una vez que ha declarado en calidad de imputado ante el Tribunal Supremo por el 'caso ERE'.

Griñán es senador autonómico por designación del Parlamento andaluz y sería esta institución la que le debería nombrar nuevamente para ocupar un escaño en la Cámara Alta. No obstante, Griñán manifestó por carta a la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, su sucesora, la socialista Susana Díaz, su deseo de no repetir por motivos personales y políticos.

Tras declarar el pasado 9 de abril ante el Supremo, Griñán afirmó que no hubo un plan en el caso de los ERE irregulares para beneficiarse de las ayudas, pero sí hubo “un gran fraude”.

La permanencia como parlamentarios de Griñán y de su antecesor en la Junta de Andalucía, el ahora diputado Manuel Chaves, ha sido criticada por Podemos y Ciudadanos, que exigen como requisito previo para sentarse a negociar el apoyo a la investidura de Díaz como presidenta que ambos dejen sus escaños.