En declaraciones a Servimedia, Lima, de 37 años, reivindica un espacio en las decisiones políticas para las personas con discapacidad, así como “una participación en la gestión de las instituciones, con el fin de que se tenga en cuenta la perspectiva de la diversidad funcional, al igual que se aplica la perspectiva de género para la igualdad”.

“Si estamos presentes se nos tendrá en cuenta, y con ello se cubrirán nuestras demandas y necesidades para la inclusión social. Por otra parte, nuestra presencia aporta un nuevo conocimiento a la sociedad mayoritaria considerada ‘normal’, se avanza en la normalización social de nuestras capacidades diferentes y en la integración recíproca: yo me esfuerzo por hablar y comunicarme contigo, pero usted también pondría de su parte aprendiendo mi lengua, la lengua de signos”, defendió Lima.

Entre las medidas a adoptar en su caso, considera “prioritaria” la revisión y posterior modificación de los decretos que desarrollan la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia. “Ahí entraría el copago, que está suponiendo una carga brutal para la subsistencia de muchas familias valencianas. Por otra parte, la necesidad de lograr una educación inclusiva para todos. Un ejemplo: asegurar la atención temprana gratuita a todos los niños sordos de 0 a 3 años, con profesionales plenamente preparados, así como el desarrollo de la ley 27/2007, que reconoce las lenguas de signos y su inclusión en el ámbito educativo”, propuso Lima.

IGNORANCIA DE LA CLASE POLÍTICA

Como persona sorda que se dedica a la política, reconoce que se enfrenta a la “ignorancia” de la clase política. “A veces, creemos saberlo todo y no es así. La primera dificultad podría ser la falta de accesibilidad; por tanto, demandaría adaptación del puesto de trabajo con la presencia de intérpretes de lengua de signos, y así poder desarrollar mi trabajo sin dificultades".

"A ello se le une la actitud que nosotros definimos con el término de 'audismo', es decir, que haya compañeros que se sientan superiores por el simple hecho de no tener diversidad alguna, en este caso ser oyentes, y se nos ignore, se nos considere ‘poca cosa’ y haya poca escucha activa hacia nosotros. Hablo en plural, en parte, porque quiero representar a la comunidad de personas con diversidad funcional; además, somos colectivo antes que individuos”, subrayó.

Reivindicó como su máximo deseo sentar un precedente en cuanto a persona sorda que es “y animar a otras personas con diversidad funcional a la participación política e implicación activa en las decisiones para la ciudadanía y con la ciudadanía”, indicó, para agregar que tiene de referente a Pablo Echenique, y también a algunos políticos sordos, como Helga Stevens y Adam Kosa, ambos eurodiputados.

PLENO SUBTITULADO

Lamentó que, pese a todo, siguen existiendo barreras en la sociedad para las personas con algún tipo de discapacidad. “Es una realidad que el avance de las nuevas tecnologías ha permitido la inclusión social de las personas con capacidades diferentes, si bien todavía queda mucho por avanzar, principalmente en el ámbito de la accesibilidad a los edificios por parte de personas con diversidad física", explicó.

"Queremos el pleno subtitulado de toda la programación que hay en televisión para garantizar el acceso a la información, incluida la televisión de Internet; la inclusión de la lengua de signos, para comenzar la ventanita que suele aparecer en el Debate de la Nación, y ampliar los programas en lengua de signos”, enumeró Lima, para exigir seguidamente una educación inclusiva.

Preguntada sobre por qué eligió Podemos y no otro partido político, Lima señaló que procede de la indignación del 15-M. “Todo ello llevó al nacimiento de Podemos, un movimiento político que representa los valores, comenzando por el sentido común", comentó. "Nunca he intentado participar en un partido político tradicional, nunca me ha motivado, además no son accesibles y son muy cerrados, siempre he estado presente en el otro lado: el activismo desde los movimientos sociales”.

En este sentido, explicó que Podemos es un movimiento político muy accesible y abierto a todas las personas y a través de sus círculos territoriales pudo participar. “Elegí Podemos", afirmó, "porque es la fuerza de nosotros, la gente normal, que seremos protagonistas del cambio y gestionaremos lo que es nuestro de la mejor manera posible, beneficiando a las personas y no a los bancos. Por primera vez en mi historia de participación democrática, que se limitaba a votar cada cuatro años, siento una esperanza enorme en que otra manera de hacer política es posible. Estoy plenamente convencida de que no vamos a defraudar ni a defraudarnos, dado que antes que políticos somos personas y formamos parte de la gente”.

Argumentó que, aunque la situación de emergencia social afecta a toda España, concretamente en la Comunidad Valenciana se han alcanzado unos niveles de degradación alarmantes: “Los sucesivos gobiernos del PP no sólo han hecho una gestión nefasta de las instituciones, sino que han propiciado el saqueo de las arcas públicas (se calcula que el coste de la corrupción alcanza los 12.500 millones), han despilfarrado y han sido complacientes con el Gobierno central permitiendo que continúe la infrafinanciación (la deuda histórica ya asciende a 13.500 millones)”.

En este contexto, dijo que el partido demanda en esa comunidad un cambio que “frene” la decadencia del bienestar social en beneficio de los privilegiados. “Queremos recuperar la comunidad para la gente y con la gente, que verdaderamente se implante una democracia participativa, en la que la ciudadanía participe en la gestión política y sea sujeta activa del cambio”, concluyó.