En los pasillos del Congreso, expresó su opinión de que esa medida puede ser "un método" de lucha contra las mafias y que, de hecho, ya se ha demostrado eficaz con anterioridad. "No la descarto", dijo, pero tendría que ser con acuerdo de toda la comunidad internacional.

Recordó que esa medida se aplicó en su momento en Albania y dio resultado, y subrayó en todo caso la necesidad de trabajar en los países de origen, por ejemplo en Libia, donde hay una misión de la ONU para intentar que el país recupere la normalidad y las estructuras de poder.

Hernando puso como ejemplo la presión inmigratoria que España sufrió durante la llamada "crisis de los cayucos", que finalmente se mitigó trabajando en origen. En ello, tanto la Unión Europea como la ONU tienen una importante responsabilidad, añadió.