Según informó la Asociación El Defensor del Paciente, los hechos ocurrieron en la madrugada del 15 de julio de 2006, cuando la madre, de 35 años, acudió a un hospital de Hospitalet de Llobregat porque se encontraba de parto.

La noche de ese mismo día, tras detectarse síntomas de sufrimiento fetal, comenzaron a practicársele maniobras de Kristeller por parto detenido, que no resultaron efectivas y ocasionaron al bebé graves lesiones traumáticas y cerebrales a consecuencia de las cuales murió a los pocos días de nacer.

La sentencia recoge que el parto se prolongó más de lo previsto en una mujer primeriza y dado que no había progreso del mismo en el período expulsivo, debían haberse realizado técnicas instrumentales. Añade que la muerte obedeció a un fallo multiorgánico y a una encefalopatía hipóxica, siendo el período prolongado de parto la causa más probable.