Durante el acto, don Felipe subrayó su orgullo por el hecho de que España ofrezca al mundo personas como las Adoratrices, “con esa capacidad de proyectar un noble ideal de las sucesivas generaciones”; además, destacó que las premiadas son un ejemplo de la fuerza de cambio que supone el compromiso.

La defensora del Pueblo, Soledad Becerril, resaltó la labor “valiente, generosa y loable sin límites” que llevan a cabo las galardonadas para “defender los derechos de mujeres sometidas a tratos que atentan a su dignidad, a su libertad, y necesitan de protección y amparo”.

“Es una gran labor la que realizan las Adoratrices en su trabajo con las mujeres víctimas de trata y de violencia de género. Por ello, quiero felicitarlas muy cordialmente, agradecerles su admirable dedicación, y animarlas de todo corazón a que prosigan con ella, pues creo que para todos es evidente la necesidad que tenemos en nuestras sociedades de erradicar esas flagrantes violaciones de los derechos humanos de las mujeres”, destacó el rector de la UAH, Fernando Galván.

Por su parte, la superiora general de las Adoratrices, Teresa Valenzuela, agradeció este premio por ser una “oportunidad” para dar visibilidad a la realidad social de la trata de personas con fines de explotación. “Las víctimas son nuestra primera línea de batalla frente a la violencia que nuestra cultura es capaz de ejercer con las personas más indefensas y en situación de mayor vulnerabilidad”, concluyó.