Así se pronunció el ministro en un encuentro informativo celebrado en Madrid en referencia a las consecuencias que para los países occidentales pueden tener atentados como el perpetrado el pasado miércoles en Túnez, en el que falleció un matrimonio de jubilados catalanes.

Margallo advirtió de que el yihadismo es "un peligro para todo el mundo", al tiempo que explicó que los terroristas del denominado Estado Islámico (EI) "se financian, reclutan y pueden actuar en cualquier lugar buscando la mayor crueldad posible".

Del mismo modo, el ministro subrayó que lo que este grupo busca "es lo que ha conseguido: que hable todo el mundo de ellos", con el propósito de infundir temor, algo que, continuó, han conseguido en algunos casos, como cuando tomaron la ciudad iraquí de Mosul y las fuerzas de seguridad de aquel país huyeron.

El ministro afirmó que el EI "ha alterado la perspectiva" del terrorismo extremista, ya que mientras que para Al-Qaeda los enemigos son Israel y Estados Unidos, para ellos lo son "los Estados musulmanes, a los que consideran herejes, los países occidentales, que tienen consideración de infieles, e Israel".

EL ATAQUE DE TÚNEZ "NO ES CASUAL"

Margallo destacó que en el caso de Túnez existe una diferencia notable respecto de otros lugares, ya que fue el "único país donde triunfó la primavera árabe, que ha celebrado dos elecciones desde entonces y que cuenta con partidos laicos e islamistas moderados", lo que le sirvió para destacar que "no es casual que hayan decidido atacar allí".

Desde su punto de vista, con estos ataques los terroristas pretenden que se hunda el turismo tunecino, una de las principales fuentes de ingreso del país, lo que provocaría que caigan los ingresos y aumente la pobreza, "que es el caldo de cultivo perfecto para reclutar combatientes".

Margallo explicó que a los yihadistas, a diferencia de a los terroristas de ETA, "no les importa morir matando", lo que les hace más imprevisibles. Por último, el ministro manifestó que este tipo de terrorismo busca "desestabilizar el norte de África", lo que puede provocar que los países del sur de Europa, incluida España, se conviertan en la frontera del yihadismo. "Es algo que hay que tomarse en serio", afirmó.