Así consta en un informe elaborado por el Área de Estudios y Análisis del Consejo Económico y Social (CES) al que ha tenido acceso Servimedia.

De acuerdo con los datos, para un 28% de los asalariados "no es posible" organizar su jornada laboral, es decir cambiar las horas de entrada y de salida para adaptarlas a su vida familiar.

Además, el 18% de los trabajadores españoles asegura que introducir flexibilidad en su jornada laboral se produce "rara vez". No obstante, otro 46% reconoce que generalmente no tiene impedimento para organizar su tiempo, siempre y cuando cumpla con la jornada laboral pactada con la empresa. El 8% restante no sabe si su empresa le permitiría realizar estos cambios.

Por sexos, las mujeres, que tradicionalmente se ocupan más del cuidado de los hijos y las personas dependientes a su cargo, lo tienen más difícil para compatibilizar.

En concreto, para el 29,3% de las mujeres no es posible organizar su jornada, frente al 27,2% que no puede compatibilizar su jornada.

En el caso de los trabajadores por cuenta propia y ajena, los primeros lo tienen más fácil, ya que sólo el 11,8% sufre algún problema, frente al 31,6% de los asalariados.

DEPENDENCIA

Por otra parte, el estudio concluye que el 8,4% de los empleados tiene que compatibilizar su trabajo con la atención a familiares dependientes.

Vuelven a ser las mujeres frente a los hombres las que más soportan esta atención. Así, el 13% de las mujeres trabajadoras presta además servicio a estos familiares, frente al 6,9% de los varones.

Para solucionar este problema, las familias acuden cada vez más al mercado especializado en la atención a las personas dependientes, pero se encuentran con dos problemas fundamentales.

Por una parte, casi la mitad de las personas considera que el precio de estos servicios es demasiado alto, mientras que otra parte importante lamenta la escasez de estos recursos y la falta de calidad de los mismos.