EL 45% DE LAS PERSONAS MAYORES DE 65 AÑOS PRESENTAN EN ALGUN MOMENTO SINTOMAS DEPRESIVOS

SANTANDER
SERVIMEDIA

El 45 por ciento de las ersonas mayores de 65 años sufrirá en algún momento síntomas depresivos y, también en ocasiones, más del 35% de estos pacientes padecerá además ansiedad.

Estas son algunas de las conclusiones extraídas del Simposio "Abordaje de los trastornos depresivo-ansiosos en pacientes mayores", dentro del XXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina General (SEMERGEN), que se está celebrando estos días en Santander.

La presencia de trastornos depresivos y ansiosos en las personas mayores aument el riesgo de muerte prematura por incremento de enfermedades somáticas y disminución de defensas -disminuye de forma notable su calidad de vida, empeora sus rendimientos e incrementa el riesgo de suicidio y el uso desproporcionado de los servicios médicos.

En este sector de la población "existe una serie de factores biológicos y psico-sociales determinantes, que favorecen la aparición de la depresión y la ansiedad. A saber, factores genéticos, cambios bioquímos cerebrales, enfermedades crónicas, limiaciones psico-físicas y trastornos somáticos", explica el doctor Angel Moríñigo, psicogeriatra del Area Sanitaria del Hospital Universitario Valme de Sevilla.

Como factores psico-sociales que pueden afectar a estas personas y desencadenar la enfermedad destacan la jubilación, la falta de reconocimiento social -puesto que en muchas ocasiones se sienten como una carga para la familia y ya no se sienten útiles-, la dependencia, la falta de autoestima y la inseguridad, entre otros.

Sin embargo, en la personas mayores en ocasiones se confunden los trastornos depresivos y ansiosos con el envejecimiento normal, el duelo por la persona querida, demencias, trastornos de personalidad, etc.

Para poder conseguir la desaparición total de los síntomas -remisión-, "es fundamental la detección e intervención temprana de la enfermedad; por lo tanto, hay que buscarla desde el primer episodio depresivo, ya que cada episodio sucesivo aumenta el riesgo de recurrencia", añade este especialista.

Si no se alcana la remisión total de los síntomas se pueden tener rec aídas. Una recaída es una reaparición de los síntomas del episodio inicial, antes de conseguir la recuperación (cuando el paciente está más de seis meses en estado asintomático).

Con un tratamiento eficaz, los pacientes evolucionan hacia la remisión total y la recuperación, consiguiendo una mejora de su calidad de vida y evitando otras complicaciones. "La remisión", puntualiza este experto, "debe considerarse el objetivo final de todo tratamiento.

(SERVIMEDIA)
03 Oct 2003
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