Así lo aseguró en un comunicado Sami El Mushtawi, director del área cultural de este centro, después de la muerte del reportero japonés a manos del grupo yihadista EI, que difundió un vídeo en el que se mostraba la decapitación del periodista secuestrado desde el pasado mes de octubre en territorio sirio.

Sami El Mushtawi lamentó las “atrocidades brutales" cometidas por el grupo terrorista Estado Islámico. A su juicio, los actos de este “nefasto grupo” son “crueles e inhumanos” y deben ser "llevados ante la Justicia”.

“Elevamos nuestras plegarias a Dios, Todopoderoso, para que dé paciencia, perseverancia, y que alivie el sufrimiento de sus seres queridos”, y “le pedimos a Dios que nos conduzca a todos hacia un mundo de paz y de fraternidad”, concluyó Sami El Mushtawi.