Esta ayuda financiera, con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), será no reembolsable y desligada y se destinará a la adquisición de bienes y servicios con destino a proyectos de asistencia técnica y reconstrucción en los sectores de servicios públicos esenciales.

La República de Haití depende absolutamente de la ayuda internacional, que aporta más del 60% al presupuesto nacional. España ha multiplicado por 30 sus ayudas anuales, pasando a ocupar el quinto puesto entre los donantes bilaterales de este país caribeño.

En la reciente visita a Haití de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se aprobó la Declaración de Santo Domingo, en la que se decidió dar una respuesta adecuada a la situación del país, además de la ayuda de emergencia inmediata por el terremoto.

Esto exige que la comunidad internacional, especialmente los países con mayor implicación en el desarrollo de Haití, propicie la búsqueda de iniciativas para garantizar la viabilidad y abrir nuevas posibilidades de futuro para el país a medio y largo plazo.

Por ello, los países y organizaciones presentes en la reunión acordaron promover la celebración de una conferencia internacional, que tendrá como objetivo la elaboración de un plan estratégico para la reconstrucción de Haití.