Lo hace en el número de febrero de su publicación 'Mas Consulting Trends' ('Tendencias de Mas Consulting'), titulado 'El futuro de la comunicación política en España: claves para entender un año repleto de elecciones'. Apunta así lo que estima que serán las estrategias clave para triunfar en las elecciones andaluzas de marzo, las autonómicas y municipales de mayo, las catalanas de septiembre y las generales de, en principio, noviembre.

En primer lugar, Mas Consulting constata que los líderes políticos "han aprendido que la tertulia del sábado noche o una intervención en un programa de humor en horario de máxima audiencia son mucho más eficaces que horas y horas de largos mítines o de sesudos discursos en una comisión".

"No hay mejor tribuna para un candidato que un un espacio en televisión bien aprovechado para generar empatía", prosigue el informe, subrayando que, hoy por hoy, para votar a un partido "es imprescindible cierta identificación afectiva con el candidato".

En esa línea, la consultora indica que "el nuevo escenario político busca lideragos fuertes, con personalidad propia y con estilos únicos", personajes cuyas historias queden bien en televisión. Por eso, cree que este año "primarán aquellas campañas basadas en el candidato más que en el mensaje partidista".

Mas Consulting también se hace eco del auge de las redes sociales, que coincide con "un descenso importante en el consumo de medios de comunicación tradicionales", por lo que "los líderes que ganarán serán aquéllos que mejor conectados estén". Esto se debe a que "se ha multiplicado el número de actores que pueden influir en la opinión pública" a través de las redes y la viralidad de los mensajes.

Finalmente, esta empresa puntualiza que, en este tipo de mensajes e influencias múltiples que escapan al control de los partidos, "el humor, la ironía y el ingenio florecen". Para Mas Consulting, "el humor es una herramienta de comunicación política que no está suficientemente explotada en España". Todo ello, contando con que el número de indecisos es mayor que nunca y un buen golpe en el último momento puede decantar las elecciones.