Coincidiendo con el final de la temporada de caza, PACMA recuerda que cada mes de febrero hay unos 50.000 perros, en su mayoría galgos y podencos, pero también de otras muchas razas, "desechados de la peor forma posible".

A modo de ejemplo, señalan el hallazgo el pasado lunes en Salamanca de una galga malherida que había sido arrojada a un contenedor, y de otros dos galgos con desgarros en el cuello, provocados para extraerles el chip identificativo. En la misma semana han aparecido en Toledo restos óseos de galgos semienterrados.

"No son hechos aislados", subraya PACMA, sino solo ejemplos de los miles de perros que cada año aparecen ahogados en pozos, ahorcados, tiroteados, enterrados o simplemente abandonados por campos y caminos de toda España.

En febrero del año pasado el partido presentó un dossier en el que se documentaban cincuenta casos concretos de grave maltrato a perros de caza en diversas provincias españolas, una lacra de la que responsabilizan a las administraciones públicas, "que siguen dando la espalda a esta realidad".

Recuerdan que España es el único país de la Unión Europea que sigue permitiendo esta modalidad de caza y consideran que "el fin inexorable de esta práctica es la única solución eficaz y decisiva para hacer frente a este problema inasumible moralmente".

PACMA recuerda que es el único partido político que lleva en su programa electoral la erradicación de todas las formas y modalidades de caza, y exige endurecer las penas por maltrato animal, "que se vigile directa y exhaustivamente a los cazadores y que se apliquen sanciones ejemplares que pongan fin a la impunidad de la que gozan".