En rueda de prensa, Maíllo atribuyó a “intereses personales y cálculos electorales” el adelanto electoral al 22 de marzo, después de una semana “de intrigas y confusión”.

Denunció que la ruptura “unilateral” del acuerdo de gobierno demuestra el “fracaso” de Díaz en lo que era “su primer reto político”, por el que le exigió explicaciones “convincentes” a los andaluces más allá de los argumentos “profundamente débiles” esgrimidos hasta ahora.

La acusó de “falta de voluntad” para cumplir con las verdaderas políticas de izquierdas, por romper el acuerdo justo antes de tener que impulsar las leyes de banca pública, renta básica, suministros mínimos vitales, agricultura o igualdad.

Lo que ella quería no era estabilidad, sentenció, sino “parálisis”, pero en Izquierda Unida “no somos sumisos” y por eso exigieron algo que hoy “se entiende”, que fue vincular la aprobación de los presupuestos para este año al anteproyecto de banca pública.

Maíllo atribuye la ruptura a la exigencia de Izquierda Unida para cumplir los acuerdos y su petición para dirimir responsabilidades políticas por todos los casos de corrupción, junto a los “intereses personales y cálculos electorales” de Díaz.

Considera que el pleno del Parlamento de Andalucía este lunes ha sido “simbólico” al señalar que Díaz se ha apoyado en el PP para blindar a implicados en los ERE y para repartir la composición de la Cámara de Cuentas. Hoy es un día feliz para Felipe González, dijo, porque “su sueño de gran coalición está cada vez más cerca”.

Maíllo aseguró que las leyes pendientes en ese acuerdo de gobierno serán la prioridad del programa electoral de Izquierda Unida en unas elecciones en las que pedirán el respaldo de los andaluces para tener “más capacidad” de condicionar la realidad y el futuro de la comunidad autónoma.

Haciendo un paralelismo con el presidente de la Generalitat y su adelanto electoral en 2012, emplazó a los andaluces a “hacer un gran Artur Mas” a Susana Díaz y dejarla con menos escaños de los actuales.

Aunque no quiso aventurar la respuesta de IU en caso de que pueda volver a ser socio del PSOE, Maíllo sentenció que Susana Díaz “ha demostrado que no es nada de fiar” y eso hace “complicado” cualquier pacto futuro. “Sobre las deslealtades no hay acuerdo”, advirtió.