A Urkullu se le preguntó, en un desayuno informativo en Madrid, si el PNV se sentiría más cómodo con un gobierno del PP, del PSOE o de Podemos, y con cuál le sería más fácil pactar. El lehendakari, aunque el PNV tiende a distinguir claramente la vertiente gubernamental de la propiamente partidista, señaló que pactaría "con quien tuviera claro el hecho diferencial" del pueblo vasco y "la plurinacionalidad del Estado".

Urkullu justificó la posibilidad de hablar con todos los partidos, incluido Podemos, recordando que hoy mismo el PP y Bildu van a sacar adelante juntos en el Ayuntamiento de Vitoria una subida del 40% en el Impuesto de Actividades Económicas. No obstante, aunque la formación liderada por Pablo Iglesias considera oficialmente que España es plurinacional, Urkullu afirmó que él, como nacionalista, tiene a Podemos por "un partido estatalista" del que dijo que "sería bueno que fuéramos conociendo todo su programa".

De Podemos, sin entrar a comentar el Euskobarómetro que lo sitúa como segunda fuerza política en el País Vasco, dijo también que "es un partido al uso en el sistema institucional" y que, como tal, "tendrá que acostumbrarse a las críticas a las que el resto de partidos estamos sometidos".

Para Urkullu, se trata de "un partido con base de ideología de izquierdas" con "gancho transversal" para atraer a electores decepcionados por la corrupción y ve "cuestionable su voluntad de modificar o alterar el sistema", pero, por lo demás, es "un partido al uso", con una estructura construida "de arriba abajo" pese a su doctrina fundacional, y "afectado por tensiones internas" como los demás.

MODELO DE ESTADO

Sobre la reforma de la Constitución que promueven este partido y el PSOE, Urkullu señaló que para él no es tan importante dicha modificación, aunque el PNV la defendió hace años, "como saber cuál es el modelo de Estado que defienden quienes abogan por la reforma de la Constitución".

En su intervención inicial, el lehendakari reiteró su habitual defensa de una concepción plurinacional del Estado, un reconocimiento oficial del País Vasco como realidad nacional y una relación bilateral entre éste y el Estado, donde todo se gestione con pactos de igual a igual que no pueda romper unívocamente una parte y Euskadi pueda participar de forma autónoma en asuntos internacionales.

En este sentido, en el coloquio recordó que la Constitución reconoce los supuestos derechos históricos del pueblo vasco y apuntó que la citada bilateralidad "no requiere necesariamente una reforma constitucional". Al contrario, cree que bastaría con que el PP y el PSOE no hubieran "laminado" el Estatuto de Gernika y con que, en particular el actual Gobierno, no tuviera un afán "recentralizador" y de "invasión competencial".

El lehendakari señaló en su conferencia que la relación con el Ejecutivo es de "incomunicación" y que "no hay sistema estable si no hay disposición al diálogo, el acuerdo y la inclusión". Así, advirtió: "Si se pretende continuar con la subordinación, la unilateralidad y la imposición, que no se cuente con nosotros". A otra pregunta, Urkullu contestó que no ha habido ningún avance en la liquidación del cupo vasco en las cinco reuniones que ha mantenido con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.