Boto compareció en el Pleno del Ayuntamiento, a petición del Grupo Municipal Socialista, para explicar la participación en la cabalgata de dicha organización. La concejala socialista Isabel Vilallonga interpeló al presidente de Chamartín a este respecto y consideró "grave" lo ocurrido no sólo por permitir la participación de HazteOír en el desfile, sino por buscar justificaciones para ello "que serían surrealistas si no fueran hipócritas".

Según Vilallonga, Boto ha tomado una decisión basada en el "oportunismo político", ha insultado a los vecinos de su distrito y se ha decantado por el fundamentalismo dejando de lado el cumplimiento constitucional, que declara a España un Estado aconfesional. Por todo ello, exigió su dimisión.

La polémica a cuenta de este asunto alcanzó su punto álgido cuando la edil socialista acusó al presidente de Chamartín de colocarse "entre los hombres que odian a las mujeres" al justificar la participación de esa carroza y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, intervino para reprenderla por su actitud y pedirle que no entrara en el terreno de las descalificaciones personales. Vilallonga se defendió alegando que sólo había establecido una metáfora para expresar su parecer sobre lo sucedido en el distrito madrileño.

Por su parte, la concejala de Izquierda Unida Milagros Hernández definió la autorización a HazteOír como un "claro acto de autoritarismo consciente o inconsciente y subrayó que la asociación antiabortista "juega en política y lo hace de la mano de los sectores más duros del Partido Popular".

Hernández pidió una regulación de las cabalgatas de Reyes para que no vuelva a producirse un hecho semejante y que se le imponga una sanción a Boto por permitir la inclusión de la carroza de HazteOír.

Por su parte, el presidente del distrito aseguró que nunca se le ha negado a una asociación participar en este evento y añadió que no ve motivo para la polémica porque no hubo publicidad de la ideología de HazteOír.

Indicó que es "peligroso" utilizar un filtro preconcebido para que estas asociaciones puedan participar en determinados actos cuando sus tesis no coinciden con las del común de los ciudadanos.

En este sentido, señaló que, si se estableciera ese filtro, habría que prohibir también las que fueran contra la tasa de basuras o la ampliación de los parquímetros y se acusaría entonces a las juntas de Distrito de vulnerar la libertad de expresión. "No pienso dimitir", concluyó.