En un comunicado, la ONG manifestó estar preocupada porque “algunos sectores políticos y mediáticos puedan aprovechar este desgraciado crimen para lanzar una campaña de sospechas hacia la población de origen inmigrante, especialmente hacia las personas de cultura musulmana, incitando al racismo y a la islamofobia”.

"No puede confundirse la desquiciada brutalidad de unos asesinos fanáticos con las respetables creencias de millones de personas que conviven pacíficamente con sus vecinos en las ciudades de Europa, encontrando a veces un clima social de desconfianza y hostilidad”, agregó SOS Racismo.

Por eso, tampoco debe “utilizarse la defensa de la seguridad ciudadana como justificación para políticas de rechazo y de discriminación hacia ningún colectivo”, concluyó SOS Racismo, que transmitió su solidaridad a las víctimas y las familias de las 12 personas fallecidas y reiteró su “firme” defensa de la libertad de expresión.