El portavoz de Izquierda Unida, Ángel Pérez, destacó la necesidad de que las administraciones implicadas en este asunto garanticen un mínimo de servicios básicos de salubridad, seguridad y dignidad en dicho enclave, porque los ciudadanos carecen de luz y agua, entre otras cosas, y las basuras se acuulan en la Cañada Real sin que hasta ahora se haya solventado la situación.

Pérez también reclamó a la Delegación del Gobierno que acabe con el tráfico de drogas que se produce en plena calle y a pocos metros de donde residen las familias. Concluyó su intervención remarcando la urgencia de que se actúe cuanto antes para acabar con esa situación.

Por su parte, David Lucas, portavoz del Grupo Municipal Socialista, insistió en esta misma idea y dijo que es importante hallar una solución social que acabe con "cuarenta años de fracaso". Subrayó que la situación que se vive actualmente en la Cañada Real es "inadmisible, injusta e insostenible" en una ciudad como Madrid.

Lucas resaltó la conveniencia de que el acuerdo alcanzado hoy pueda habilitar instrumentos para que transitoriamente se dé solución al problema y que los poderes públicos consigan atajarlo.

Finalmente, la delegada de Urbanismo, Pilar Martínez, señaló que es importante que en el tiempo que se tarde en llegar a un acuerdo social en la Cañada Real la zona nunca se pueda vender y pidió que se llegue al consenso para alcanzar una solución al conflicto.

También instó al Gobierno madrileño a que convoque cuanto antes la mesa de negociación para adoptar cuantas medidas transitorias sean precisas con los instrumentos que se tienen y poder dar soluciones igualmente transitorias hasta que se resuelva definitivamente el problema.