Este premio surgió con la finalidad de reconocer a las personas que “muestren mayor insensibilidad y cuyas opiniones o actuaciones produzcan más desamparo y sufrimiento a las personas y familias, especialmente en situaciones tan graves como las que estamos viviendo”, reseñó la asociación, que destacó que en esta segunda edición recibieron casi un millón de votos.

A través de un comunicado, la entidad subrayó la dedicación de Cospedal en “demoler las estructuras de servicios sociales que se han ido construyendo a lo largo de tres décadas en esa Comunidad”, y que “la sociedad castellano-manchega vuelva a tener que recibir por compasión lo que en un estado social y democrático son, y deben ser, derechos subjetivos”, como motivos meritorios del galardón.

La asociación afirmó que Castilla-La Mancha es la comunidad donde más se habría reducido el gasto en servicios sociales, con una disminución del 29,18% en los dos últimos años, “de esta manera en la comunidad los presupuestos en servicios sociales se han recortado en más de 300 millones de euros”.

Asimismo, la entidad destacó que, según datos oficiales del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en Castilla-La Mancha se habría expulsado a nueve de cada 10 cuidadores de la seguridad social, 15.003 personas habrían perdido el derecho a ser atendidos, el 28% de las familias que cobraban prestación habría dejado de hacerlo, y el sistema habría dejado de atender a 4.728 dependientes en el territorio.

Por otro lado, el segundo candidato más votado fue el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro, por su “capacidad para impulsar recortes en las políticas sociales y medidas de austeridad que siempre hace recaer en los que menos tienen, mientras que despliega su prodigalidad con las grandes fortunas y con sectores que han sido los culpables de arruinar al país”, tal y como aseguró la entidad.

Por último, el tercer puesto recayó en la presentadora de TVE, Toñi Moreno, a quien la asociación acusó de “telemendicidad infantil” y de herir “nuestra sensibilidad cada tarde convirtiendo el sufrimiento humano en un espectáculo mediático, sin importarle incluso utilizar para ello a menores de edad”.