A la presentación de la campaña asistieron el arzobispo de Mosul, Emil Nona, y el director de AIN, Javier Menéndez Ros, según informa esta organización en un comunicado.

El arzobispo de Mosul aseguró que estos cristianos han perdido todas sus posesiones "pero lo único que no han perdido es la fe" y destacó su satisfacción porque ningún cristiano ha apostatado pese a la presión y el riesgo que corren.

Del mismo modo, advirtió que lo que más necesita estas personas es alojamiento y comida para evitar que siga aumentando el éxodo al que se está viendo sometido este colectivo. “Pensábamos que la crisis iba a durar como mucho un mes, pero ya llevamos seis meses y todavía no hay señales de positivas de que nuestra tierra sea liberada del Estado Islámico", zanjó el arzobispo.

Antes del año 2003 los cristianos eran 1,6 millones en Iraq, y en estos momentos, AYM calcula que no llegan a 300.000, de los que 120.000 están desplazados en el Kurdistán.