Así se manifestó Rajoy, en un acto que el PP celebró en La Granja (Segovia), donde se rodeó de la mayoría de sus ministros, de todos sus barones territoriales y de la cúpula del partido, representada por la secretaria general, María Dolores de Cospedal; el vicesecretario general de Organización y Electoral, Carlos Floriano; y el vicesecretario general de Política Autonómica y Local, Javier Arenas, en el que se presentó la ‘Declaración de La Granja’, un documento de reconocimiento a todos los avances que la Constitución ha reportado a España.

Durante su discurso, Rajoy reconoció que “cuando hablamos de la España de hoy es normal y positivo ver nuestros defectos porque es una muestra del sano espíritu de autocrítica sin el que hay no hay progreso posible”, pero, advirtió que “igual que es insensato y contraproducedente decir que todo va bien también es negativo y nos paraliza el negacionismo a ultranza, el juicio sin matices, aquello que hace que todo lo nuestro nos parezca peor”.

Por eso, aseguró que “también tenemos que pensar en lo hecho bien y muy bien, y no para caer en la autocomplacencia estéril, porque si queremos mejorar el presente debemos llenarnos de autoestima de cara al futuro”. Y eso, insistió, hay que “explicárselo a los adanes que pululan por nuestro país que se creen que todo comienza por ellos. Este es un país con muchos años atrás. Nuestra democracia ha sido el proyecto más próspero de nuestra historia”.

MAYOR PROSPERIDAD DE LA HISTORIA

Rajoy se preguntó que “cómo no será de buena la Constitución cuando han cabido en ella tantos nuevos caminos, tantas nuevas ideas, tantas reformas sin necesidad de retocarla”. El secreto de todo es que “los españoles expresaron en 1978 una esperanza que pasaba por forjar entre todos una España mejor y ese deseo, tan simple y poderoso, lo compartimos millones de españoles, que somos aquellos que luchamos para dejar un mejor país a nuestros hijos y nietos y los que vemos cuanto hemos mejorado, a pesar de la crisis”.

Por otra parte, Rajoy reivindicó que “hicimos una Constitución a la altura de los tiempos, y una democracia a la altura de los mejores, aunque algunos digan lo contrario. Jamás pensamos que fuéramos a desarrollar nuestro país tan rápido”, ya que “nuestra diversidad es un activo, nuestros derechos y libertades están garantizados, hoy estamos en Europa, en el G-20 y a partir de 2015 en el Consejo de Seguridad de la ONU”.

Rajoy afirmó que “nada de esto nos tocó en la lotería. Todo fue gracias al esfuerzo y la responsabilidad de los españoles. Pudo salir mal, pero supimos tener la grandeza de espíritu para que todos ganáramos sin que nadie sintiese que perdía. Por eso, hay tener presente la Constitución para que sus valores nos guíen siempre. A todas y cada una de las pegas que se le ponen se le puede señalar mil y una ventaja”, ya que la Constitución “supuso y supone para los españoles democracia, libertad, derechos individuales, estar abiertos a Europa y el mundo y la mayor etapa de progreso económico y social de nuestra historia”.