Durante su participación en un desayuno-coloquio organizado por el PP de Madrid, Rajoy afirmó que "no debió de ser una mala idea" acudir a una oficina de los servicios de empleo a la vista de la "excitación que produjo en las filas socialistas" su fotografía junto a un grupo de desempleados.

Rajoy reivindicó aquel gesto con motivo de una entrevista al diario "El Mundo" porque considera que tiene la "obligación" de ir a la cola del paro de la misma forma que en el último año ha acudido a visitar varios tipos industrias, una fábrica de quesos, un taller mecánico o una empresa de videojuegos.

A su juicio, como líder de la oposición debe preocuparse de los problemas de los ciudadanos y estar lo más cerca posible de ellos, por lo que considera que su fotografía en la cola del Inem no era desacertada.

Asimismo, Rajoy se refirió al pronóstico que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha hecho sobre los datos de empleo del mes de enero, en el que ha vaticinado que se destruirán otros 100.000 puestos de trabajo.

El presidente del PP se mostró prudente al entender que esos datos "no son definitivos" pero apuntó que, en cualquier caso, son "la continuación de un drama" que millones de españoles están sufriendo desde hace dos años como consecuencia de la crisis económica.

Por eso, reclamó al Gobierno de Zapatero una política económica "distinta" de la actual, especialmente para reducir el gasto público, emprender una reforma laboal y aprobar otras iniciativas que permitan la creación de empleo.

Aseguró que el Gobierno hasta ahora "ha recogido lo que siembra o lo que no siembra", ya que entiende que buena parte de la crisis está en la "autocomplacencia" de Zapatero, en su empeño por "vivir de la herencia y de la inercia" y en "engañar a la gente" sobre la situación económica.