Así lo anunció hoy el portavoz del Gobierno municipal, Enrique Núñez, en la rueda de prensa posterior a la Junta de este jueves. Según explicó, el avance del Plan General “se está rematando”, pero no se aprobará de forma definitiva a sólo seis meses de las elecciones de mayo.

Núñez explicó que un Plan General de Urbanismo, aunque en teoría se aprueba cada 10 años (el actualmente vigente es de 1997), suele tener consecuencias durante los 20 siguientes, y además su tramitación implicaría la suspensión de todas las licencias de obras en los lugares donde se modificaran los usos urbanísticos.

Por tanto, “por responsabilidad y por no dejar constreñida a la nueva Adminsitración”, Botella dejará aprobado el avance del Plan antes de que expire su mandato pero renuncia definitivamente a dejar en herencia uno nuevo a sus sucesores.