Discapacidad. Daniel González, un entrenador muy capacitado
- Tiene 22 años y su síndrome de Down no le ha impedido convertirse en el segundo entrenador del OAR Balonmano
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Daniel González, un joven con síndrome de Down amante del deporte, estrenará este sábado su puesto de segundo entrenador del OAR Coruña, club de balonmano que milita en la Primera Estatal, algo que ha conseguido "con mucho esfuerzo" y tesón y que ahora mismo, supone "un bálsamo" para él y un "orgullo" para sus padres.
Para Daniel, haber alcanzado esta meta es "un bálsamo, le ha llenado muchísimo" y yo "me siento orgulloso de él", ha declarado a Servimedia Felisindo González, padre del joven.
A Daniel, de 22 años, siempre le gustó el balonmano, por lo que Down Coruña contactó con el OAR, que le acogió gustosamente y le permitió ir "quemando etapas" hasta hoy, en que le ha designado como "segundo de a bordo", explican a esta agencia fuentes de la asociación coruñesa de síndrome de Down y Pablo Aguirregabiria, primer entrenador del club.
Y es que, asegura Aguirregabiria, esto "no ha sido un regalo" para Daniel, que empezó como jugador en el equipo, hace tres años y que desde entonces ha ido "quemando etapas" con esfuerzo y dedicación, pero también con capacidad y empatía.
Porque, cuenta el primer entrenador del club, "su esfuerzo, extrema puntualidad y capacidad para transmitir lo que se propone", han hecho de Daniel un candidato ideal para este puesto, que tiene atribuciones como la de componer la alineación titular para un partido.
"Su trabajo tiene un valor incalculable, porque supone que algo que se aprende en cursos de ‘coaching’ es capaz de generarlo con su propia personalidad", dice Aguirregabiria, quien asegura que con Daniel delante, las rivalidades entre jugadores desaparecen.
Y para valor, el de su "sinceridad", una cualidad especialmente apreciada por el primer entrenador del club, que sabe que es algo que "otros no tienen" y que supone que Daniel "nunca te va a fallar".
Daniel González es, según su padre y su entrenador, "muy cariñoso, respetuoso y bueno", en el sentido más pleno de la palabra, además de "extremadamente puntual" y, eso sí, de "muy vergonzoso". Necesita tiempo para coger confianza y sentirse cómodo con los demás.
En cuanto a su "extrema puntualidad", cuenta asombrado el primer entrenador del equipo, "nunca ha pagado una multa por llegar tarde", como sí hacen los que no son puntuales en el club, "y tampoco ha estado enfermo por una gripe".
Deportista desde pequeño, este joven de 22 años "domina la piscina a la perfección" y además de con el balonmano, disfruta jugando a los bolos y con la danza.
Todo esto lo hace por las tardes, ya que las mañanas las pasa en la Universidad de A Coruña, cursando un ciclo de integración profesional, enfocado, sobre todo, a la búsqueda de empleo y a la posterior integración laboral.
Pero en el empleo de Daniel ya ha pensado Pablo Aguirregabiria, que está trabajando para que el chico sea la primera persona contratada por la Fundación OAR como entrenador y, si fuera posible, también como asesor o algo así, ya que le gusta mucho ese papel y lo hace bien. Es, además, asegura el primer entrenador del equipo de balonmano, "un líder entre los suyos".
Y es que, Aguirregabiria quiere también que esa fundación sirva para fomentar la integración de personas con discapacidad, como Daniel.
(SERVIMEDIA)
27 Nov 2014
IGA/gja