Éstas son algunas de las 50 medidas que la entidad presentará en las próximas semanas como forma de hacer que los catalanes sientan el Estado más cercano y no como algo ajeno, y que adelantó su presidente, Josep Ramon Bosch, en un encuentro informativo en Servimedia.

"Societat Civil Catalana no está solamente para decirle no a la independencia. Los argumentos son muchos y variados para decir que mejor juntos y unidos", explicó.

También va a hacer propuestas en positivo como hacer una ley de lenguas que reconozca explícitamente en la Constitución que el catalán y el resto de cooficiales son un patrimonio que ha de ser protegido.

Igualmente, sugiere que el Senado y el Tribunal Constitucional ubiquen sus sedes en Barcelona y además esta ciudad "sea nombrada cocapitalidad de España, con lo cual conseguiríamos desde el punto de vista sentimental que los catalanes sintiéramos realmente la presencia del Estado".

Otras propuestas de SCC son que se celebren consejos de ministros en otras capitales de España o que ministerios como el de Agricultura se ubiquen en zonas agrícolas. Así se lograría, a su juicio, no sólo que España sea un estado nominalmente centralizado, "sino que realmente sea percibido por todos los españoles que el Estado está cerca".

Para Bosch, para mantener la unidad de España "no basta sólo con aplicar las leyes", porque, aunque la legalidad es un requisito imprescindible, "no puedes obligar a alguien a amarte" si no te quiere. SCC irá desgranando en las próximas semanas otras propuestas de carácter "afectivo" que puedan compensar la unilateralidad de los mensajes que los medios de comunicación catalanes trasladan a sus ciudadanos.