El ministro hizo estas manifestaciones en el Congreso de los Diputados, justo antes de iniciar su comparecencia ante la Comisión de Trabajo e Inmigración, que fue aprobada por la Diputación Permanente la pasada semana.

Corbacho consideró "deseable" que el debate sobre la inmigración se dé por zanjado después de que el Ayuntamiento de Vic haya dado marcha atrás en su proyecto de impedir el empadronamiento a los imigrantes ilegales.

Sin embargo, vaticinó que el PP tratará de mantener "viva" la polémica, "hoy por unas circunstancias, mañana por otras", porque piensa que le proporciona ventajas electorales.

El titular de Trabajo considera una prueba de esta convicción suya que el PP se negó a culminar un pacto para reformar la Ley de Inmigración, que se ha modificado recientemente y en cuya tramitación podrían haber introducido "alguna de las materias que hoy dicen que tendrían que legislarse".