Así lo afirma en el blog de Unicef Tamar Hahn, directora de Comunicación de la organización para América latina y Caribe, que ha estado entre República Dominicana y Haití para participar en las acciones de emergencia tras el seísmo.

Según informa Hahn, esta agencia de la ONU está tratando de evaluar la situación de los niños y niñas separados y no acompañados. Aunque “es una tarea que lleva mucho tiempo”, afirma que “cada día que pasa el panorama se hace más claro”.

Para ayudar a combatir el problema, Unicef tiene previsto enviar a sus centros a alrededor de 900 de estos niños “que se encuentran solos en medio de esta emergencia”, para “alojarlos, alimentarlos y atenderlos”.

Tras alertar de que “varias personas han intentado llevarse niños y niñas fuera del país”, esta experta recuerda que la adopción ilegal ya “era un tema de preocupación antes del terremoto”.

“Aunque la adopción puede ser una opción viable para muchos niños y niñas que han perdido a sus progenitores, es razonable pensar que mucha gente todavía está buscando a sus hijos o que los niños y niñas están buscando a sus parientes”, señala Hahn.

Para evitar la salida ilegal de estos pequeños, Unicef ha asignado a dos empleados especializados la tarea de controlar la documentación en el aeropuerto.