También acudieron a la base de Torrejón el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, y los dos vicepresidentes de la Comunidad de Madrid, Ignacio González y Francisco Granados.

En el mismo avión llegaron además miembros de los equipos de bomberos y de rescate, que ya han concluido su trabajo y habían pedido su regreso a España.

Ocho miembros de los cuerpos de seguridad atravesaron las pistas de la base llevando a hombros el féretro con los restos de Crespo, que estaba cubierto con la bandera española, mientras sonaban los acordes de la Marcha Fúnebre de Frédéric Chopin. Poco después se escuchó el himno nacional y Rubalcaba impuso a la agente la Medalla al Mérito Policial a título póstumo.

El acto concluyó con un breve oficio religioso, tras el cual los ocho porteadores realizaron el camino de vuelta bajo e introdujeron el féretro de Rosa Crespo en un avión, encargado de trasladarlo a su ciudad natal de Zaragoza, donde se instalará la capilla ardiente.