La Confederación de Consumidores detecta disfraces de Halloween que vulneran la normativa

MADRID
SERVIMEDIA

La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) ha detectado disfraces y complementos para Halloween que vulneran la normativa y podrían poner en riesgo la seguridad de los menores, durante su visita a diversos comercios en las ciudades de Madrid y Valencia.

A través de un comunicado, CECU declaró que en algunas de las tiendas visitadas encontraron artículos que podrían situarse fuera de la legislación que regula este tipo de productos y que “no solo no deberían estar a la venta sino que, en ocasiones, podrían suponer en riesgo la seguridad de los consumidores, especialmente si se trata de niños”.

Las principales infracciones que hallaron son referentes a la ausencia de etiquetado en disfraces, máscaras o pelucas; la venta de lentillas decorativas sin la correcta supervisión de personal cualificado; ausencia de orificios de ventilación en máscaras; cordones en disfraces y capas en la zona de cuello con una longitud superior a la permitida; partes punzantes en sombreros y flechas con ventosas que se desprenden con facilidad.

A este respecto, CECU recordó algunas recomendaciones para la compra de disfraces, como la prohibición de que haya cordones o cuerdas en la zona de cuello en los disfraces para menores de siete años y que sean de una longitud superior a 7,5 centímetros para los mayores de esa edad. Asimismo, deben estar correctamente etiquetados y realizados con materiales no inflamables.

En cuanto a máscaras, deben incorporar orificios con un tamaño de abertura adecuado para evitar riesgos de asfixia, mientras que en el maquillaje deben aparecer etiquetados los ingredientes del cosmético, las precauciones e instrucciones. Las lentillas decorativas han de venderse en establecimientos que dispongan de personal cualificado y etiquetadas en castellano.

CECU señaló que los complementos destinados a niños no tienen que incluir partes punzantes ni piezas pequeñas que puedan desprenderse con facilidad y ser tragadas. Asimismo, los clientes han de guardar la factura de compra para poder reclamar en caso de que surgiese algún problema.

(SERVIMEDIA)
22 Oct 2014
ACG/gja