Según la versión que trasladó a Servimedia Aurora Ferrer, compañera sentimental de uno de los expedientados (Pablo Hernández, en cuyo piso tuvo lugar la reunión) y a su vez ex militante de UPyD y coordinadora de las campañas vasca y gallega de 2009, que abandonó la formación en junio junto a Mikel Buesa, en la reunión se presentaron por sorpresa miembros del Consejo de Dirección en funciones advirtiendo que "no podía celebrarse".

Según Ferrer, después de aquello nadie dijo nada hasta que, ayer, el Consejo envió una carta a los tres expedientados convocándoles a la sede del partido este sábado. Para ella, la acusación de utilizar la base de datos del partido no procede porque "la candidatura oficialista lo ha hecho siempre", sin facilitársela a sus adversarios. "Ni eso, ni espacio en la web, ni una habitación en el Congreso para reunirse".

Al resto de los asistentes al encuentro "ni siquiera se les menciona", aunque uno de ellos ha pedido que se le expediente también. Ferrer aventura sobre cómo pudo enterarse la dirección de aquella reunión: "En toda esta historia de los críticos y todo este temporal que se ha vivido estos meses en UPYD, si algo ha habido ha sido topos de un lado y de otro buscando información".

"Es la primera vez en un partido político que se expedienta a una persona que ha sido candidata en unos comicios", denuncia esta ex militante. "Y más Rosa Díez, que se quejaba en su día en el PSOE de que le habían hecho el vacío. Que aplique esa misma vara de medir a sus propios afiliados, que tampoco tiene tantos, es muy duro", denunció Ferrán, recordando que Merino no se marchó de UPyD pese a su derrota.

A su juicio, las banderas de los críticos de Rosa Díez son la falta de democracia interna, los favoritismos personales y la reciente apuesta por el federalismo, cuando el manifiesto fundacional "hablaba en clave nacional". Pese a ellas, Valia Merino y sus seguidores no saldrán voluntariamente del partido. "Se iban a marchar, pero ya que les expedientan...", apuntó.