Entre los puntos que desgranó Homs en comparecencia ante los medios, enumeró la creación de un órgano técnico con miembros de todos los partidos para comprobar a diario los preparativos de la consulta, la de una comisión para controlar el desarrollo de la campaña y la consulta, compartir los canales institucionales de comunicación, diseñar y ejecutar un cronograma con todas las fases de la consulta, promover una campaña deliberativa y llamar a observadores internacionales.

Además, el Gobierno catalán asume por escrito su compromiso con la ciudadanía para celebrar la consulta del 9-N y se hace responsable único de cualquier incidencia jurídicamente imputable. Homs enfatizó en varias ocasiones que personas "en Madrid" no querían que el 9 de noviembre hubiera urnas en la calle, pero que "no les va a salir" porque sí que se instalarán, además en instalaciones de la propia Generalitat.

El portavoz dejó a los partidos e individuos la decisión de si participarán o no en la consulta, aunque, tras los "desencuentros públicos y notorios" que se han producido estos días, piensa que

"por coherencia" todos los que han defendido el derecho a decidir deberían votar el 9 de noviembre y auguró que ese día será "un gran éxito" para todos ellos. "No hemos engañado a nadie, no hemos dado gato por liebre", aseguró, aun reconociendo que la convocatoria no se hace en los términos previstos por el decreto firmado por Mas.

Homs no dio ninguna fecha o pista respecto a las elecciones plebiscitarias que ha planteado el presidente de la Generalitat, pese a que la Asamblea Nacional Catalana, Ómnium Cultural y ERC le hayan urgido a convocarlas en tres meses. Sólo recordó que Mas las puso sobre la mesa hace un año, antes que nadie, y aseguró que no ha puesto condiciones a la negociación de una lista única de los grupos independentistas.