"Galicia es un país libre y bilingüe que está tratando de manejar una tercera lengua que le abrirá las puertas al mundo", aseveró, para añadir que esto no lo va a cambiar "ni un gobierno ni nadie".

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de la Xunta, Feijóo celebró que algunos colectivos hayan planteado sus propuestas. "Vamos a estudiarlas todas", aseguró, una vez concluya el "periodo" de presentación de las mismas. A partir de ahí, será presentado "el proyecto de decreto".

En esas modificaciones que pueda haber, destacó en los últimos días que era irrenunciable que los padres tuviesen participación y capacidad de decisión. Con todo, hoy señaló que los "matices" a esta cuestión - sobre si han de ser los padres o la Xunta quien decida qué asignaturas se imparten en cada idioma - "vamos a estudiarlos".

Considera, no obstante, que en el "tronco fundamental" del decreto se garantiza el equilibrio y esa "es la propuesta del Goberno", que ya en las bases actuales contempla la idea del 50% entre gallego y castellano hasta que se pueda introducir el tercio de horas lectivas en inglés.

Feijóo asegura que su Ejecutivo cree "en el bilingüismo" pero no en la "inmersión lingüística", sea esta en gallego o en castellano. En este sentido, considera una contradicción que unos (en alusión a Galicia Bilingüe) protestan porque el decreto "obliga a aprender gallego" y otros "por no obligar a aprender galego". "Critican al gobierno por una cosa y la contraria", apuntó.

El presidente gallego expresó su "respeto" a las manifestaciones y protestas. No ocurrió lo mismo, recriminó, cuando en 2006 plataformas que apoyaron al PP convocaron una manifestación por los incendios. "Desde el Gobierno dijeron que esa participación era un esperpento", dijo Feijóo.