“Toda persona postrada en la cama con ébola sebe ser tratada con dignidad, no estigmatizada o rechazada”, señaló Zeid en una conferencia de prensa en Ginebra (Suiza), la primera después de asumir el cargo hace seis semanas.

Zeid indicó que la estigmatización puede hacer que quienes necesiten tratamiento se escondan. “Es malo deshumanizar y estigmatizar a las personas. Este tipo de discurso impulsa a la clandestinidad a la gente que necesita tratamiento, lo que reduce sus posibilidades de recuperación y expone a otros al contagio”, añadió.

El Alto Comisionado subrayó que el ébola avanza “donde concluyen la pobreza crónica, la carencia de servicios públicos adecuados y la falta de confianza de la población en las autoridades”.

“Es obvio que cualquier respuesta debe integrar estos puntos. También debemos ser cuidadosos con el ‘nosotros’ y el ‘ellos’, una mentalidad que bloquea a la gente en grupos rígidos y reduce a todos los africanos a un estereotipo”, dijo.

“ÉXITO EN SOFOCAR LA EPIDEMIA”

Por otro lado, Zeid lamentó que “apenas se está considerando” el potencial del ébola de “devastar los derechos humanos de los que sobreviven, de países y de regiones enteras”, y que la subestimación de “la importancia fundamental” de los derechos humanos, en particular el derecho a la salud, la educación, el desarrollo y el buen gobierno, “apenas se ha discutido”.

“Los derechos humanos no son un ideal aireado. Abordan epidemias y amenazas similares a la vida de manera muy directa. Pueden prevenir la enfermedad y también pueden ayudar a curar la enfermedad. Es de vital importancia que los derechos humanos se integren en la respuesta a esta tragedia terrible porque sólo una respuesta que se basa en el respeto a los derechos humanos tendrá éxito en sofocar la epidemia”, explicó.

Por otra parte, Zeid subrayó que su oficina está elaborando directrices para los pacientes en cuarentena por ébola y añadió que colocar a las personas en cuarentena sin los cuidados y la atención adecuados podría violar una serie de derechos humanos y acelerar la propagación del virus.

Del mismo modo, el Alto Comisionado rechazó que se impongan sanciones penales en las respuestas de salud pública por la dispersión del ébola porque podrían dificultar el control de la epidemia. “Encarcelar a personas que pueden tener la enfermedad en cárceles superpobladas obviamente agravaría la catástrofe”, apostilló.

Por otra parte, el Alto Comisionado indicó que su oficina carece de los fondos suficientes para desempeñar su trabajo y responder a las crecientes necesidades debidas a las numerosas crisis y conflictos que afectan al mundo. Su presupuesto anual asciende a 250 millones de dólares (unos 195 millones de euros).