La llegada de Rato a la sede judicial en la madrileña calle Prim se produjo entre pitos y gritos de “ladrón” por parte de un grupo de personas, en su mayoría afectados por el caso de las preferentes.

El también exvicepresidente del Gobierno llegó en un coche particular junto con escoltas, hasta la misma puerta en la calle Prim. Alrededor de 50 personas estaban a la entrada de la calle Prim, en la esquina con el Paseo de Recoletos, esperando la llegada de los imputados. Esta calle está cortada, por lo que cuando los policías procedieron a identificar al coche de Rato, que quería acceder a la misma, los presentes empezaron a increpar al expresidente y a gritarle improperios como "ladrón".

Además, algunas de estas personas portaban carteles en los que se leía “Blesa, Rato y Mafo a la cárcel ya” o “Estafa preferentes, justicia ya”.