Durante la presentación del informe de Fenin en rueda de prensa, los expertos destacaron que gracias a planes de inversiones como el Inveat (Inversión en Equipos de Alta Tecnología), “España avanza positivamente en la reducción del nivel de obsolescencia de su parque tecnológico sanitario”.

Sin embargo, aclararon que es necesaria una estrategia nacional que dé continuidad al proceso de renovación del equipamiento tecnológico de los hospitales públicos nacionales para garantizar que la vida útil del parque se mantenga acorde a las recomendaciones de organismos internacionales.

Desde 2009, Fenin recopila y analiza de forma periódica datos sobre el nivel de obsolescencia del equipamiento tecnológico sanitario público y privado en España. Ya en 2021 alertó de la alta cifra de equipos que superaban la vida máxima útil recomendada, entre 10 y 12 años.

En el informe presentado hoy con datos de 2023, se destacó el Plan Inveat del Ministerio de Sanidad que permitió renovar y/o incrementar cerca de 850 equipos de alta tecnología en hospitales públicos.

MEJORA SIGNIFICATIVA

De hecho, el coordinador del Sector de Tecnologías y Sistemas de Información Clínica de Fenin, Carlos Sisternas, señaló que “el balance global indicó que aquellas tecnologías analizadas en este informe que formaron parte del Inveat mostraron una mejora muy significativa tras la ejecución de este plan y se mejoraron las capacidades diagnósticas y de tratamiento del sistema sanitario”.

Asímismo, remarcó que “debido a la velocidad de los cambios tecnológicos, la obsolescencia es un factor para tener en cuenta para poder definir nuevos estándares de vida útil de los equipos para garantizar una mejor atención al paciente”.

Por lo tanto, subrayaron los especialistas, disponer de equipos renovados en centros hospitalarios no solo facilita resultados diagnósticos y terapéuticos más precisos, sino la mayor seguridad de profesionales sanitarios y pacientes, y, por ende, la mejora de eficiencia y la calidad asistencial.

En concreto, el informe precedente de 2021 recogía que, en el cómputo de grupos tecnológicos analizados, el 35% del equipamiento acumulaba menos de cinco años de funcionamiento; un 22% se situaba entre los 5 y 10 años; y un 43% superaba los 10 años de antigüedad.

DATOS DE 2023

La actualización del informe indica que —con datos a cierre de 2023—, el porcentaje de equipos ‘nuevos’ en hospitales públicos y privados se elevaba ahora al 42% del total, mientras que un 25% contaba entre 5 y 10 años. Asimismo, un 33% todavía superaba el umbral límite recomendado de los 10 años, si bien este dato supone una reducción del 25% respecto al registrado en 2021.

“Aunque ni siquiera se ha alcanzado ese 10% máximo recomendado de equipos obsoletos, el objetivo último debe ser “la obsolescencia 0”, recordó el coordinador de Fenin.

Como ejemplos positivos, destacó que, según el informe de 2021, más de la mitad (52%) de equipos de soporte vital empleados en el SNS superaba los 10 años de antigüedad y ahora, tres años después, se sitúa en el 22%. También el grupo de equipos de tomografía computarizada (TC) presentaba mejoras significativas en el último trienio: de un 35% de equipamiento considerado obsoleto se redujo al 20% tras la ejecución del Plan Inveat.

MEJORA DE EQUIPOS

Sin embargo, los expertos remarcaron que hay familias tecnológicas en las que aún se atisba margen de mejora, como en el grupo de equipos de radiología —con un 66% de equipos por encima del umbral que marcaría la obsolescencia—, de mamografías —con el 53% de equipos con una ‘vida’ superior a la recomendada— o de endoscopia (46%) y los ecógrafos y los sistemas digitales de inyección de contraste —con un 30% por encima del umbral de obsolescencia.

Por lo tanto, valoró la presidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), la doctora Milagros Otero, “es necesario abordar la imprescindible actualización del equipamiento sanitario restante para mejorar la eficiencia de los procesos clínicos, incrementar su calidad y aumentar la seguridad de los pacientes y profesionales”.