Además, según señaló Morenés en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, España permitirá la utilización de las bases de Morón de la Frontera (Sevilla) y Rota (Cádiz) para el uso de los aviones de la coalición internacional que actúa contra el EI. Asimismo, el Gobierno autorizará el sobrevuelo de territorio español para los aviones aliados.

Esta aportación de España deberá recabar el respaldo del Congreso, por lo que el ministro de Defensa comparecerá ante la Cámara Baja para ofrecer detalles de la operación y solicitar, con carácter previo al envío, la autorización parlamentaria, en cumplimiento de lo previsto en el artículo 4.2 de la Ley Orgánica de la Defensa Nacional, de 2005.

De esta manera, militares españoles volverán a pisar suelo iraquí después de su salida en abril de 2004 con la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero a la Presidencia del Gobierno y toda vez que su primera orden fuera la retirada de las tropas del Ejército de Tierra que se encargaban de funciones de reconstrucción del país y mantenimiento de su seguridad, después de la guerra emprendida por EEUU.

El despliegue de estos medios, según puntualizaron a Servimedia fuentes ministeriales, se producirá sobre finales de año una vez que el ministro cierre en EEUU la participación y se recabe la autorización parlamentaria. El centro de operaciones de estos efectivos se asentará al sur del país, donde estarán, una vez más como ocurre en varias misiones, con Italia.

Esta próxima semana, el ministro de Defensa se trasladará a EEUU, en concreto a Tampa y a Washington, para cerrar la participación española y reunirse el viernes con su homólogo estadounidense, el secretario de Defensa, Chuck Hagel.

Morenés comentó que España lleva participando desde hace mes y medio en el Mando Central en Tampa, Florida, en el diseño de la participación de la coalición.

El ministro resaltó que España ha sido elegida con estas capacidades por “la propia experiencia” en el asunto de los artefactos improvisados denominados IED y por la capacidad de desminado; así como por las propias operaciones que se desarrollan de características similiares en suelo africano.

Morenés resaltó que con la misión “no se trata de contener el avance del yihadismo del Estado Islámiso”, sino que se ciñe en formar al ejército iraquí y dotar a Iraq de “estructuras suficientemente fuertes”. “Enseñar a pescar y no dar pescado“, describió.

Respecto a la posibilidad de que las tropas españolas entren en combate, el ministro dijo que “todo puede pasar” pero indicó que “excluimos el combate directo” no obstante en el contingente español irá un equipo de unos 70 efectivos centrados en dar seguridad a los formadores. La seguridad nos la “garantizamos nosotros con la fuerza de protección directa de zona”, agregó.

La misión contará inicialmente con un despliegue de unos seis meses, si bien podrá ser renovada periódicamente como ocurre con otras operaciones similares de formación que se realizan en África.