En declaraciones a Servimedia, Tarruella manifestó que, antes de tomar una decisión tan extrema, habría que poner al animal “en observación, hacerle analíticas y ver qué pasa”.

“Eso es lo que se haría en un lugar normal y eso es lo que tendría que haberse hecho”, dijo esta diputada de CiU, para quien “la forma en la que se ha gestionado” la situación de Excálibur está “fuera de lugar” mientras no se demuestre que está contagiado.

Tras señalar que “es difícil” pero “no imposible” que un perro se contagie de ébola, Tarruella recalcó que decidir quitarle la vida “sin motivos y sin nada” es “una barbaridad”.

En cuanto a la cadena de errores que se han producido en la gestión de esta enfermedad en España, manifestó que “antes de pedir dimisiones, que ya llegará el día en el que tengamos que pedir responsabilidades si las hay”, es necesario abrir una investigación para esclarecer los hechos.

En este sentido, abogó por “la información, la transparencia y la investigación de lo que ha fallado”. “Porque algo ha fallado, o ha fallado algo en la cadena o fallan los protocolos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, a lo mejor, no son válidos”, dijo.

“Que se investigue qué ha fallado, por qué y que se corrija para que no vuelva a fallar”, añadió esta diputada de CiU, cuyo grupo parlamentario registró este miércoles una petición para que la ministra de Sanidad, Ana Mato, en el Congreso de los Diputados, para que informe de las “medidas adoptadas ante el virus del Ébola (Protocolos de actuación y seguimiento, formación del personal, etc.)”.