Tras indicar que hoy ha reconocido al médico que la trata en el Carlos III que “quizá cometió algún error al desvestirse y tuvo su cuerpo en contacto con el guante” tras atender al segundo misionero repatriado a España, explicó que la auxiliar de enfermería afirmó tener una temperatura de unos 37 grados, inferior a los 38,6 grados que son signo de alarma ante esta patología.

El consejero señaló que el misionero falleció el 25 de septiembre y que la enfermera contagiada acudió el 29 de ese mismo mes a su médico de cabecera, al que no contó que había atendido a un contagiado por el virus de ébola, que le diagnóstico gripe.

Asimismo, Javier Rodríguez manifestó durante su intervención que partir del 2 de octubre la contagiada se pone en contacto con el Servicio de Prevención del Carlos III, cuyo personal se interesa por su temperatura corporal. En estas ocasiones, según mantiene el consejero, la enfermera contagiada dijo tener menos de 38,6 grados de temperatura.

El 6 de octubre fue trasladada desde el Hospital de Alcorcón al Carlos III y las pruebas confirmaron que estaba contagiada.

Rodríguez agregó que todas las personas que estuvieron en contacto con ella desde el fallecimiento del religioso han estado controladas y apuntó que durante los siguientes días la enfermera disfrutó de vacaciones y casi no salió de su domicilio y explicó que se ha hace seguimiento de su marido, personal del Centro de Salud de Alcorcón al que acudió al sentirse mal, trabajadores del Hospital de Alcorcón donde fue ingresada inicialmente y dos trabajadoras de una peluquería a la que acudió para depilarse tras salir del centro de salud.