En declaraciones a Servimedia, Nombela explicó que si bien no hay demasiados estudios al respecto, los existentes sí evidencian que los canes "pueden ser animales reservorios" del virus del ébola y que, por tanto, podrían albergarlo.

Desde esta perspectiva y teniendo en cuenta que la paciente contagiada convivió con el animal cuando ya tenía síntomas de la enfermedad,

"parece que el criterio de desinfección y de prevención aconsejaría realmente que el perro fuera sacrificado", afirmó el también rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En su opinión, la decisión está "justificada", aun sin saber qué probabilidad exacta de contagio alberga, ya que aislar al animal sería algo de gran complejidad.

"Me parece que el criterio de desinfección y de prevención aconsejarían realmente que el perro fuera sacrificado, aun cuando la probabilidad (de contagio) sea la que sea, porque plantear hacer un estudio con el perro, una cuarentena o un aislamiento en una instalación P4 significaría tal grado de complejidad, que creo que está justificada la propuesta (de sacrificio)", incidió Nombela.

Con respecto al protocolo de actuación seguido en este caso, el experto en microbiología considera, siempre en base a las informaciones aparecidas en la prensa, que "la alarma debería haberse activado antes".

En su opinión, lo urgente, no obstante, no es ahora buscar culpables, sino analizar los hechos y, si las conclusiones lo aconsejan, perfeccionar el modo de actuación.

En cuanto al proceder en el tratamiento, Nombela cree que la administración del suero hiperinmune a la paciente es una opción acertada y confía en que la edad de la paciente le ayude a superar la enfermedad.

Finalmente, el especialista en microbiología y rector de la UIMP hizo un llamamiento de calma argumentando que España tiene medios suficientes para controlar la situación y permitir que no se convierta en epidemia.