En rueda de prensa en el Parlamento catalán, Arrufat enjuició la reunión que mantuvieron el viernes los cuatro grupos partidarios de la consulta que, en su opinión, marcó "un antes y un después en el proceso". Aplaudió que el Gobierno de Artur Mas puso sobre la mesa toda la información, "lo que piensa hacer y lo que no piensa hacer", una confianza por la que el diputado se reconoció sorprendido y agradecido.

Arrufat admitió que la situación no es sencilla, con el Estado dispuesto a impugnar todos los pasos del proceso y "limitaciones evidentes en los actores catalanes, porque no todos están dispuestos a hacer lo mismo".

Sin embargo, dijo que en la reunión se trazaron "todas las hojas de ruta posibles" y las formas de sortearlas, y se creó de facto una coordinación a cuatro de la consulta. Y dictaminó que la consulta puede llegar a celebrarse si los partidarios saben moverse con habilidad, astucia, calma y desobediencia calculada", y acompaña la movilización ciudadana.

Arrufat considera casi imprescindible que ERC entre en el Gobierno catalán, algo que la CUP reclamó en la reunión del viernes. Por su parte, dijo que este partido estaría dispuesto a todo, pero que su presencia en el Ejecutivo no es tan importante estratégicamente para asegurar la consulta.

En suma, el diputado de la CUP prevé una cuenta atrás hacia el 9 de noviembre con "tensión creciente con el Estado" y, tras una pregunta de los periodistas, señaló que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, debería cesar, por coherencia y por estrategia, a todos los cargos de su Gobierno que no estén dispuestos a llegar hasta el final.