En los pasillos del Congreso de los Diputados, tras reunirse con los portavoces parlamentarios del área económica del PP, Guindos no precisó la cifra en la que el Gobierno prevé que crecerá la economía y se limitó a reiterar que será una “revisión al alza” de la proyección de crecimiento del 1,2% del PIB para este año y del 1,8% para el próximo ejercicio, porque el “consenso del mercado ya está por encima”.

Será al alza “pero siempre dentro del entorno de cautela y prudencia porque esperamos que dentro de unos meses la realidad supere dichas predicciones”, apostilló el ministro.

Ante la revisión del cuadro de proyecciones macroeconómicas, el titular de Economía incidió en que se actualizarán “al alza” tanto las de crecimiento como las de empleo.

En este sentido, ensalzó que “a pesar de las dificultades del entorno europeo”, que prácticamente en el segundo trimestre ha tenido un “crecimiento inexistente, la economía española ha continuado creciendo”.

El ministro subrayó que los indicadores adelantados prevén que, tanto el tercer como el último trimestre del año, la actividad económica va a continuar con “velocidad de crucero” y, en términos anualizados, va a ser muy similar a la del segundo trimestre del año cuyo dato fue un crecimiento del 0,6%.

Respecto a la reunión del G20 que se celebrará en Australia, el ministro aseguró que España es ahora un “referente” y en su intervención apuntará que “el esfuerzo realizado ha permitido darle la vuelta a una situación”, y ya no es una “rémora” para el crecimiento económico de la zona euro sino que “forma parte de la solución”.

No obstante, apostilló que el Ejecutivo español va a continuar con la tarea legislativa porque es “imprescindible” para continuar con las reformas.

Por su parte, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Alfonso Alonso, declaró a los periodistas que esta reunión se produce en un momento importante dada “la senda de recuperación económica y de empleo”.

El Gobierno se ha convertido en una “referencia a seguir” en Europa porque sus reformas han supuesto un “cambio extraordinario” y “darle la vuelta a la situación” de crisis económica que azotaba a la sociedad española.