“Si nos proponemos verdaderamente detener el ébola, necesitamos más recursos y no podemos hacerlo solos. Debemos de trabajar todos juntos para lograr ese objetivo ambicioso”, explicó Alasan Senghore, director de Cruz Roja en África.

Desde que se declarara el brote inicial en Guinea el pasado mes de marzo y durante su propagación a Liberia y Sierra Leona, Cruz Roja capacitó a miles de voluntarios para que apoyaran la respuesta en los tres países. Sus tareas comprenden desde gestión de cadáveres hasta trabajos de sensibilización y vigilancia.

“Así, las comunidades tienen la oportunidad de contribuir a determinar su propio destino, involucrándolas a través de nuestros voluntarios capacitados lograremos grandes resultados de inmediato, pues los mensajes de prevención serán difundidos por sus propios miembros que son los más interesados en asegurar que este brote se detenga”, añadió Senghore.